Cuidados de enfriamiento (resfriado) en perros

Cuidados de enfriamiento (resfriado) en perros
Enfriamiento en los perros

15 trucos para conservar el calor de los perros


Usted sabe que comienza a hacer frío cuando su peludo gato persa se niega a irse lejos de la estufa o su lanudo perro pastor parece necesitar un abrigo.

Aunque los perros y los gatos nunca están desnudos – usan sus pieles favoritas durante todo el año-, pueden causar los efectos de un invierno particularmente frío.

Sin protección contra los elementos, perros y gatos se exponen a la congelación o a la hipotermia (una dolencia potencialmente mortal que puede aparecer incluso cuando la temperatura desciende unos grados). En el mejor de los casos, la mayoría de los animales se sienten incómodos con el frío. Hasta es posible que detecte pequeñas bolitas de hielo entre sus dedos.

Unas sencillas medidas de precaución harán que su animal de compañía se sienta cómodo por muy frío que sea el invierno, e incluso pueden salvarle la vida si, accidentalmente, pasan mucho tiempo a la intemperie.

Investigue sus orígenes. No todos los animales de compañía reaccionan igual ante el frío. Mientras un labrador o un ovejero se sentirán cómodos al aire libre, salvo en los días excepcionalmente fríos, un pequeño perro de lanas o un gato de pelo otro pueden enfriarse incluso en los días más benévolos del invierno.

Si tiene dudas sobre la adaptabilidad al frío de su animal de compañía, consulte con el veterinario. Si descubre que su raza no es propia de climas fríos, manténgalo en un sitio cálido durante el invierno: en el interior de la casa, en el garaje o en una caseta en el jardín.

  • Revise su guardarropa. Aunque la mayoría de los gatos se encuentran cómodos en un clima frío, sólo los perros de grueso pelaje deberían vivir al aire libre durante los inviernos crudos. Por ejemplo, un labrador saldrá al exterior sin preocuparse por las bajas temperaturas y jugará alegremente en la nieve. Un perdiguero de pelo corto, por el contrario, saldrá lo indispensable y regresará pronto a sentarse delante del fuego.

  • Cepíllelo a menudo. Si su animal tiene un pelaje grueso para protegerse del clima invernal, asegúrese de que éste no se enrede. La suciedad se adhiere al pelo, por lo que un animal con el pelaje húmedo y enmarañado corre el riesgo de contraer enfermedades de la piel.

  • Cómprele un abrigo. En días particularmente fríos, su animal de compañía le agradecerá que lo vista antes de sacarlo. Es el caso de los perros de lanas más pequeños, que tienen un pelaje fino y se adaptan mal a las bajas temperaturas. Los jerséis para perros son la solución ideal.

  • Pero no lo calce. Aunque algunas tiendas venden calzado especial para abrigar los pies de los animales de compañía, éstos rara vez se encuentran cómodos cuando los llevan. En la mayoría de los casos sólo crearán un problema adicional.

  • Déle tiempo para adaptarse. Tras pasar un bonito verano calentándose al sol en el jardín, es muy probable que su animal de compañía no esté preparado para el frío invernal. Por lo general, se necesitan entre 3 y 6 semanas a partir de los primeros fríos para que el pelaje del animal se vuelva lo suficientemente tupido para protegerlo de las bajas temperaturas.

Permítale adaptarse a su entorno de manera gradual. Sáquelo al aire libre durante breves períodos de tiempo – comenzando con 15 minutos -, y aumente poco a poco la duración de las salidas.

  • Proteja su piel. El aire invernal puede resecar mucho la piel, y hasta los animales que apenas salen al aire libre pueden sufrir molestias, como prurito, a causa de la sequedad cutánea. Para prevenir este problema, administre al suyo un suplemento vitamínico del grupo B con ácidos grasos, que contribuirá a mantener la hidratación de la piel. Puede adquirir estos suplementos en cualquier tienda de artículos para animales de compañía.

  • Ofrézcale un refugio. Si los meteorólogos predicen una temperatura de -10 °C para la semana próxima, hágale sitio a su animal de compañía dentro de la casa o del garaje durante unos días, aunque esté acostumbrado a vivir a la intemperie.

Hasta los animales más resistentes al frío deben tener un refugio cuando la temperatura desciende por debajo de los 0 °C. Un perro se protegerá del frío en una caseta construida con materiales aislantes, acolchada en el interior. Un gato se encontrará perfectamente cómodo en un granero o en cualquier otro edificio anexo a la casa principal. Pero asegúrese de que pueda entrar y salir con facilidad.

  • Tenga en cuenta el viento. Aunque el termómetro marque una temperatura de 5 °C, el viento puede hacer que parezca muy inferior. Si sopla un viento frío, 5 °C pueden parecer -10 °C, de modo que en estas circunstancias es aconsejable mantener a los animales domésticos en el interior.

  • Permanezca atento a los cambios de apetito. Si su animal de compañía vive a la intemperie, durante el invierno quemará muchas más calorías sólo para mantener estable su temperatura corporal.

Si su perro pasa mucho tiempo al aire libre, es posible que tenga que incrementar su consumo de calorías de un 25 a un 50%. Necesitará las calorías adicionales no sólo para conservar el calor, sino también para fortalecer su pelaje.

  • Mantenga el bebedero lleno y líquido. Cuando la temperatura desciende, el agua se congela. Un animal sólo puede pasar 20 horas sin beber antes de deshidratarse. Póngale agua fresca en el bebedero varias veces al día o compre un calentador eléctrico especial, para mantener líquida el agua incluso en los días más fríos. Sin embargo, si opta por esta última solución, tenga cuidado de no dejar el cable a la vista, donde el animal pueda detectarlo y morderlo.

  • Mantenga corto el pelo de los pies. Muchos perros y gatos disfrutan jugando en la nieve, pero ocasionalmente se forman pequeñas bolitas de hielo entre los dedos de los pies que pueden producir quemaduras.

Corte con regularidad el pelo que crece entre las almohadillas plantares para evitar la formación de hielo.

  • Suba la calefacción. Si ha detectado hielo en los espacios interdigitales de las patas de su animal de compañía, puede derretirlo rápidamente con un secador de pelo.

Mantenga el secador a unos 12 cm de distancia y muévalo constantemente, hasta que todo el hielo se haya disuelto. Pero prográmelo a una temperatura baja para no quemar la piel.

  • Busque posibles lesiones. Mientras le corta las uñas al animal, examine la almohadilla plantar para comprobar si el hielo ha producido rasguños o cortes en la piel. Si así fuera, aplique un ungüento con antibiótico para prevenir infecciones. Luego hidrate el pie con una loción de Aloe vera o una crema para manos.

  • Revise el motor de su coche. Durante los meses invernales muchos gatos se refugian en el interior del capó para disfrutar de la (calefacción central) y sufren heridas cuando el propietario del coche pone el motor en marcha. Por este motivo, los veterinarios recomiendan levantar el capó del coche cada mañana antes de darle al contacto. Esta medida de precaución sólo le llevará 1 minuto y podría salvar la vida de su gato.

COCHES SEGUROS

En invierno, uno de los mayores enemigos de los animales de compañía es el coche aparcado frente a la casa, que puede matarlos sin moverse 1 cm.

Cada año, muchos animales domésticos mueren a consecuencia de la ingestión de etilenglicol, el ingrediente activo de los anticongelantes para motores que es extremadamente tóxico, incluso en cantidades de 25 o 50 ml. Lo peor es que esta sustancia tiene un sabor dulzón, agradable al paladar de los animales.

Por supuesto, la mejor precaución es no dejar el anticongelante a su alcance, ya sea en el envase abierto o en pequeños charcos alrededor del coche.

Si tiene animales de compañía, compre un anticongelante que no entrañe riesgos para ellos. Algunos de estos productos contienen propilenglicol que, aunque puede producir molestias estomacales o reacciones leves del sistema nervioso, no tiene efectos potencialmente mortales, como fallos renales.

Sin embargo, independientemente de la clase de anticongelante que haya ingerido el animal, siempre es conveniente llevarlo al veterinario lo antes posible.

CONSTRUYA LA CASETA IDEAL PARA PERROS

Todos los perros que viven a la intemperie necesitan un sitio donde refugiarse del frío, la lluvia y la nieve, aunque algunos, como snoopy, pasen más tiempo fuera del refugio que dentro. He aquí lo que recomiendan los veterinarios para prepararles un hogar acogedor.

Constrúyala a medida. Si la caseta es demasiado grande, el perro no podrá mantener su temperatura corporal. Debe ser justo lo bastante amplia para que el animal entre, se tienda y se mueva con comodidad.

Manténgala en condiciones. Para que el perro se encuentre cómodo, la caseta debe estar bien construida y protegida del mal tiempo. Cubra el suelo con un material fácil de limpiar que conserve el calor, como paja o serrín, para evitar la entrada de frío y para proporcionarle una base que le permita cavar para entrar en calor.

Instálela sobre una superficie elevada. La puerta debe estar a una altura superior al suelo para evitar que se filtre el agua de la lluvia. También debe ser lo bastante pequeña para que la pérdida de calor sea mínima. Para proteger aún más la caseta, cubra la puerta con una cortina de plástico que evitará que el viento entre al interior.

Además, es recomendable cubrir el (porche) con un alero. De este modo, el perro que no se decide a entrar, estará mínimamente protegido del frío.

La caseta para perros más cara del mundo no servirá de nada si su mascota se niega a usarla. Debe ser cálida y acogedora; lo bastante amplia para que el animal pueda volverse, pero no lo suficiente para que pierda calor.

CUÁNDO CONSULTAR AL VETERINARIO

Si su animal de compañía ha pasado mucho tiempo a la intemperie y sospecha que puede sufrir quemaduras por congelación –los síntomas son enrojecimiento, hinchazón y prurito en la zona afectada-, tápelo con una manta o con las manos para aumentar la temperatura de las partes congeladas.

La congelación es un problema grave, de modo que es preciso acudir al veterinario lo antes posible.

También debe buscar ayuda profesional de inmediato si sospecha que su animal de compañía tiene hipotermia, o baja temperatura corporal, que se manifiesta con respiración superficial, pulso débil y temblores musculares. (Sin embargo, si el animal no tiembla, es probable que simplemente acuse los efectos de la exposición al frío y que su metabolismo no sea capaz de elevar la temperatura corporal de manera espontánea.) Déjelo entrar en la casa y permita que se caliente lentamente.

No intente acelerar el proceso exponiéndolo al calor de lámparas, de almohadillas térmicas o del horno, pues el animal podría sufrir quemaduras. Limítese a envolverlo en una manta y abrácelo para que su calor corporal ayude a elevar el del animal. Luego, llévelo al veterinario lo antes posible.


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