Como evitar depresión en perros
Depresión en perros

20 consejos para alegrarles la vida a los perros.


Ya no le da la bienvenida en la puerta. No le hace el menor caso cuando agita la correa. Ni siquiera un buen hueso consigue despertar su entusiasmo. Si su animal de compañía no comienza a animarse pronto, tendrá que rebautizarlo con el nombre Triste.

No es infrecuente que un animal de compañía sufra etapas depresivas. Provocada por factores como una enfermedad, la soledad, falta de ejercicio o incluso la oscuridad invernal, la depresión puede convertir a un animal en un ser apático y melancólico.

Los cambios repentinos en el estilo de vida también producen trastornos emocionales en los animales domésticos. Por ejemplo, los gatos y los perros pueden deprimirse después de la muerte de un compañero o al mudarse a una casa nueva. Es más, un gato puede deprimirse sólo porque sus propietarios han cambiado los muebles de lugar.

Esto es lo que recomiendan los expertos para alegrarles la vida:


  • Haga de cada día una fiesta. La mejor manera de conseguir que su animal de compañía olvide sus problemas es jugar con él. Tiéndase en el suelo, hágale cosquillas en la barriga y déjese llevar por el juego, sin temor a hacer el ridículo. Demuéstrele que jugar puede ser divertido.

  • Refleje alegría. Colocar un espejo delante del lugar habitual de su animal doméstico, donde pueda ver su propio reflejo, le creará la ilusión de que no está solo y ahuyentará los sentimientos de soledad.

  • Enséñele a huir de los problemas. Una buena carrera al aire libre tiene un efecto mucho más beneficioso que el simple hecho de salir de casa. El ejercicio físico estimula la producción de endorfinas, unas sustancias químicas que levantan el ánimo.

  • No premie la tristeza. Lo peor que puede hacerle a un animal deprimido es acariciarlo o mimarlo; en otras palabras, (premiarlo) por sentirse mal. Si lo hace, sólo conseguirá empeorar su estado.

  • Preséntele a sus amigos. Es normal que un animal de compañía se sienta desplazado cuando alguien nuevo –como una novia u otro animal- entra en la vida de su propietario. Recuerde que somos los seres queridos del animal y que él no querrá compartir nuestro amor con nadie más.

Para ayudarlo a acostumbrarse a los nuevos amigos, ponga a prueba esta táctica: no le haga mucho caso cuando los dos están solos , pero ofrézcale toda su atención cuando la nueva persona (o animal) esté cerca. Salgan juntos de paseo, jueguen en el suelo o déle una golosina especial. Muy pronto, el animal asociará a la nueva persona con buenos momentos y aceptará su presencia de buen grado.

  • Prepárelo para la llegada del bebé. Con frecuencia, los gatos y los perros se deprimen cuando aparece un nuevo miembro en la familia. Para suavizar el golpe emocional, no (suelte la bomba) de repente.

Si está embarazada, comience a usar polvos de talco y colonia para niños para que el animal se acostumbre al olor. También puede hacerle escuchar una cinta grabada con llanto de bebé, para que el animal se acostumbre a estos sonidos (extraños).

  • Déjelo participar en la fiesta. Si separa al nuevo niño del animal de compañía y deja de prestarle la atención a la que estaba acostumbrado, seguramente tendrá problemas.

Una buena solución es poner una puerta de rejas en la habitación del bebé. Esto impedirá que el animal entre, al tiempo que le permite mantenerse informado de lo que ocurre en la habitación.

  • Llévese un recuerdo de casa. La mudanza a una nueva casa puede producir depresiones en perros o gatos. Para que la transición resulte menos dolorosa, prepare una caja especial para el animal de compañía. Cubra la base con el cojín o la manta donde el animal acostumbra a tenderse y añada sus juguetes favoritos. Si sabe que tiene un sitio (seguro) donde refugiarse, el animal se sentirá más confiado y tranquilo en el nuevo hogar.

  • Plante sorpresas. Para los animales de compañía, el hogar está allí donde huele bien (y donde hay buena comida). Algunos veterinarios recomiendan (aderezar) la casa nueva con juguetes o sabrosas golosinas, escondiéndolos en sitios donde el animal pueda encontrarlos solo. De esta forma, el día de la mudanza se convertirá en una auténtica aventura para él.

  • No olvide llamar a casa. Recuerde que su perro o su gato puede sentirse solo si usted está fuera todo el día. Para animarlo, llame periódicamente a casa y deje un mensaje en el contestador automático (con el volumen alto para que pueda oírlo).

Otra forma de hacerle compañía mientras está ausente es grabar su propia voz en una cinta y dejarla puesta durante el día. El sonido de su voz puede hacer maravillas en su estado de ánimo.

  • Alégrelo con música. Los perros y los gatos suelen disfrutar con la música y son menos propensos a la depresión si escuchan una melodía agradable. La música clásica –en particular interpretada por flautas o instrumentos de cuerda- tiene un efecto relajante.

  • Póngale música a su estilo. En lugar de ponerles música para humanos, ¿por qué no hacerles escuchar la suya propia? Existen cintas con sonidos de animales. Jingle CatsMeowy Christmas, por ejemplo, es una colección de villancicos navideños (maullados) por un coro de gatos.

  • Llévelo al cine. Otra forma de entretener a un animal deprimido es ponerle una cinta de vídeo protagonizada por animales. Existe una amplia variedad de estas cintas en el mercado. Puede dejar el aparato de vídeo funcionando cuando sale por la mañana o programarlo para que se encienda a determinada hora del día.

  • Concédale un tiempo de duelo. Es bastante común que un animal que ha perdido a un compañero de juegos (ya sea porque ha muerto o porque se ha fugado de casa) sufra una profunda depresión. Los animales establecen relaciones amorosas entre sí, igual que las personas, y no existe una cura inmediata para esta clase de tristeza. Para ayudarlo a superar esta dolorosa etapa de su vida, ofrézcale todo su cariño.

  • Búsquele un amigo nuevo. Aunque no siempre es posible (reemplazar) a un animal de compañía por otro, muchos perros y gatos se sentirán mejor si tienen un nuevo compañero de juegos.

  • Cambie de ambiente. En lugar de llevarlo a pasear por la misma calle o por el mismo parque, lleve a su perro deprimido a un sitio nuevo. Los olores, vistas y sonidos nuevos le ayudarán a levantar el ánimo.

  • Contrate a un canguro. Los perros son animales extremadamente sociables y cuando se ven obligados a estar solos todo el día pueden sentirse tristes y deprimidos. Pídale a un vecino o a un cuidador profesional que vaya a visitarlo 1 vez al día. Es muy probable que esta visita consiga alegrarle el día.

  • Celebre una fiesta. A los perros les gusta divertirse tanto como a sus amos, y les resulta difícil seguir tristes cuando sus amigos van a visitarlos. De modo que celebre una o varias fiestas para su perro, invitando a sus amigos caninos.

  • Déle una habitación con vistas. Privados de estímulos, muchos gatos se aburren y se deprimen. Para mantener a su felino entretenido, permítale subirse al alféizar de la ventana o instálele un estante especial para que pueda mirar al exterior. Si tiene ocasión de mirar a los pájaros, a las mariposas o incluso a la gente, sin duda se sentirá más animado.

  • Prepare un espectáculo. Para que la diversión sea mayor, instale un comedero o una caseta para pájaros frente a la ventana. Muchos gatos se entretendrán contemplando el (espectáculo) durante horas y horas.

CUÁNDO CONSULTAR AL VETERINARIO

Aunque la depresión de los animales domésticos suele durar poco tiempo, en ocasiones puede ser un síntoma de trastornos más serios.

Un gato o un perro apático, que se niega a comer y a moverse, podría tener una dolencia física, como una enfermedad de la tiroides, una pancreatitis o incluso filariosis.

Aun cuando el problema tiene un origen puramente emocional, los síntomas de la depresión –como la negativa a comer- pueden acabar enfermando al animal. No corra riesgos. Si su perro está triste y no come en 48 horas, llame al veterinario. En el caso de un gato, no espere más de 36 horas.


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